El sérum facial


LOS SÉRUMS O SUEROS COSMÉTICOS SON TRATAMIENTOS CONCENTRADOS QUE REPARAN EN PROFUNDIDAD NUESTRA PIEL. EN ESTE ARTÍCULO CONOCERÁS SUS BENEFICIOS Y DESCUBRIRÁS POR QUÉ SON TAN IMPRESCINDIBLES. 

Este tipo de cosméticos se caracteriza por su alta concentración en activos, que se absorben de forma inmediata. Se les denomina sérums debido a su formulación y podemos encontrarlos en forma de emulsión o de gel. El sérum es el acompañante incondicional de la crema facial para obtener un resultado óptimo en nuestra piel, uno sin el otro no pueden vivir. Una vez se utiliza cuenta con numerosas fans, ya que sus efectos y la confortabilidad de su uso los convierte en indispensables. Existen muchos y diferentes tipos de sérums para casi todos los problemas cutáneos, pero los más preciados sin duda son los sérums antiarrugas, debido a su efecto tensor y de luminosidad que dejan en nuestra piel. No es necesario esperar a tener arrugas para utilizar un sérum, se aconseja a partir de los 30-35 años de edad empezar ya a utilizarlos de forma diaria juntamente con la crema de dia. Características principales del serúm: alta concentración de componentes, absorción inmediata, acción rápida y reparación profunda. ¿Por qué utilizar el sérum y la crema? ¿qué es mejor? El sérum y la crema aunque contengan activos similares y traten problemas similares, tienen una función distinta. Las cremas no contienen tan alta cantidad de activos, ni su acción és tan instantánea, centrando más su formulación cosmética en hidratar a lo largo del dia, aportar un efecto barrera, protección solar... Los sérums no ejercen de barrera frente a las agresiones medioambientales como hacen las cremas, ni contienen filtros solares para protegernos de los rayos ultravioleta, de ahí la importancia de utilizar primero el sérum y después la crema. Por otra parte, los sérums cosméticos son libres de aceites y suelen gustar mucho a las mujeres debido a su rápida absorción y a la sensación de frescor y piel limpia que nos dejan. Os aconsejamos utilizarlo de día como complemento de vuestra crema diaria y como refuerzo para que el tratamiento sea más de choque y reestructurador. El próximo mes añadiremos unos consejos básicos y algunos trucos para su utilización. 

Seis cuidados básicos para una piel saludable


LIMPIEZA E HIGIENE DE LA PIEL 
Es el paso más importante. Debemos limpiar la piel del rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche. Existen diferentes cosméticos desmaquilladores y hemos de utilizar siempre el adecuado para nuestra piel. Después de una buena limpieza conviene tonificar el rostro con una loción que estimule la circulación sanguínea, equilibre y calme la piel y cierre los poros. 

HIDRATACIÓN 
Debemos reponer la pérdida de agua que va sufriendo nuestra piel. Por una parte a nivel interno, intentando beber suficiente agua durante el día para oxigenar bien nuestras células y eliminar toxinas, y externamente hidratando la piel con un producto adecuado a nuestra tipología de cutis, bien de textura densa o más fluida, según las necesidades de cada persona. 

NUTRICIÓN 
Hay que cuidar la piel con cremas de día que la protejan de las agresiones medioambientales, como la contaminación, aires acondicionados, etc.., así como aplicar periódicamente una nutrición más intensa utilizando mascarillas que nutran la piel en profundidad. Es aconsejable que apliquemos éstas antes de acostarnos, ya que mientras dormimos la piel está más descansada y receptiva y las funciones metabólicas del organismo son más lentas, lo cual favorece que los productos actúen de forma óptima. 

LA IMPORTANCIA DEL DESCANSO 
Dormir es el cuidado más importante de belleza. Es por la noche cuando la piel se regenera más y si además utilizamos productos adecuados estamos luchando de manera eficaz contra el envejecimiento cutáneo. 

EJERCICIO La práctica de cualquier ejercicio, ya sea interior o al aire libre es una manera de favorecer la circulación sanguínea y linfática, de forma que iremos eliminando toxinas y oxigenando los tejidos. De este modo la piel recibe la aportación de nutrientes necesarios a través de la sangre a fin de mantenerla sana y firme. 

PROTECCIÓN SOLAR Conviene recordar y recalcar que la exposición continuada a los rayos ultravioleta es una de las agresiones más importantes que padece la piel a diario, siendo un factor clave para su envejecimiento, además de conllevar otros problemas y enfermedades importantes. Por eso recomendamos prevenir utilizando cada día un protector solar adecuado a cada tipo de piel, según el fototipo cutáneo: piel clara, piel sensible... 

Combatir el envejecimiento cutáneo



El envejecimiento cutáneo es un conjunto de transformaciones que se producen en nuestra piel como consecuencia del paso del tiempo y que originan un deterioro de las células que la sostienen, las fibras de colágeno y de elastina. El envejecimiento se expresa en arrugas de distinta profundidad, manchas, sequedad, alteraciones como rojeces o transparencia y pérdida de luminosidad y firmeza. Puede ser cronológico, pero también prematuro debido a agresiones medioambientales, contaminación, estrés, dieta desequilibrada, exceso de sol, productos inadecuados, etc... No es posible luchar contra el tiempo, pero sí contra el envejecimiento teniendo claro que la constancia es fundamental para conseguir una piel saludable y bien cuidada. Los seis cuidados básicos imprescindibles son: LIMPIEZA e HIGIENE, HIDRATACIÓN, NUTRICIÓN, DESCANSO, EJERCICIO y PROTECCIÓN SOLAR. En nuestros próximos consejos os lo explicaremos más en detalle.